Días para el libro..



Cuando su mente retornó,  deslizó la mirada al  libro que abierto reposaba sobre sus piernas.
Observó que sobre las amarillentas hojas reposaban hojas del verano,  la primavera, y el otoño. Acomodó su espalda y sintió entonces el tronco del viejo árbol.  
Cerró el libro, suspiró, se puso de pie y se alejó llevando con ella,  más hojas, la historia de un amigo natural. ¡Feliz Día al libro!

Jhonny López Arias

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