Por Jhonny López Arias
En las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, TIC o TICS están puestas las esperanzas para disminuir la distancia del saber entre la humanidad. Mientras se desarrolla esta posibilidad ¿por qué no trabajamos paralelamente en el RIC o Reciclaje de Información para el Conocimiento?
Mi propuesta tiene como fundamento sensibilizarlos sobre la importancia crucial que para el mejoramiento de las condiciones de vida tiene la información en la gente que a nuestro alrededor no puede o no tiene cómo acceder a ella por múltiples razones.
Se basa simplemente, en tomar la decisión de convertirnos en recicladores de información y rescatar de entre toda esa inmensa cantidad de periódicos, revistas, libros y demás formatos impresos que botamos, arrumamos o que también apartamos para reciclar para su reuso industrial, temas que intuimos o sabemos que le ayudarán a un congénere.
Basta con observar para determinar el tipo de material que nos gustaría revivir y el destino de esa compilación que bien pueden ser: La empleada doméstica, el celador, el vendedor de dulces, el joven que cuida carros, la señora del aseo de la empresa, el vendedor del transporte urbano, el mayordomo de la finca, los vendedores de los semáforos, los enfermos o ancianos de hospitales o hospicios, etc.
De esta forma, reciclamos o uno o varios tipos de información: Salud, cocina, consejos útiles, de profesiones u oficios, cómo funcionan las cosas, medidas legales, civismo, tiras cómicas, reseñas biográficas, ente cientos de escritos.
Imagínense la cantidad de personas que podrían despertar de su letargo o conformidad y darse cuenta que su vida y la de sus allegados puede ser mejor enterándose un poco más de algo, a través de un recorte, un libro, una revista, o que con unas tiras cómicas del diario dominical recortadas y pegadas en una publicación artesanal, pueda sonreír él o sus hijos.
Además hay que tener en cuenta los beneficios que actividades de esta naturaleza producen en nuestro organismo. Está comprobado el bienestar que genera el sentimiento solidario y la actividad manual.
¿Y qué decir de la gama de posibilidades que entregamos a un suscriptor elegido para que se informe, adquiera conocimiento, se distraiga y además comparta?
Seguiremos desarrollando el alcance de la RIC y las maneras como podemos agregar el oficio de reciclador de información a nuestras vidas. Los invito a nutrirme de experiencias e ideas. Hasta la próxima.
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